Cervantes y El Quijote, ¿quién no lo conoce? Todos, niños y mayores hemos oído mil historias sobre el autor y su obra, pero ¿sabemos un poco de su vida en relación con la ciudad de Madrid?
Una buena forma de conocer a este emblemático personaje, tan importante para nuestra literatura, es hacer una ruta, llamémosla cervantina, por el centro de Madrid. Un comienzo idóneo es el conocido Barrio de las Letras, donde en el Siglo de Oro, se concentraron diferentes escritores, tan importantes como Quevedo, Góngora, Lope de Vega y nuestro querido Miguel de Cervantes.
Podríamos empezar nuestras andanzas en un punto en la calle que lleva su nombre, donde él vivió un tiempo y continuar por la calle Príncipe, en el número 25 se encuentra el Teatro Español, antiguo Corral del Príncipe, uno de los corrales de comedias de la época. El paseo puede continuar hasta el Convento de las Trinitarias, en la calle Lope de Vega número 18, en cuya iglesia quiso ser enterrado Cervantes y donde se han hallado sus restos mortales.
Partiendo de aquí hasta la calle Atocha 87, llegamos a un sitio muy interesante para mayores y pequeños: la Sociedad Cervantina, lugar donde estuvo la imprenta de Juan de la Cuesta, de la que salió la primera edición del Quijote y otras obras importantes de los autores mencionados del siglo XVII. Es un edificio declarado monumento nacional y está convertido en un espacio dedicado a la cultura y por supuesto al cervantismo en España. Se realizan visitas guiadas y teatralizadas y organizan diversas actividades. En nuestro caso continuando con nuestra ruta, un consejo es pedir cita para conocer la imprenta, un poco la vida de Cervantes y el proceso llevado a cabo por los artesanos del momento en la impresión de los libros, técnicas antiguas que utilizaban los tipos móviles, fichas metálicas, para crear las páginas de cada libro. Todo esto y más será explicado por los responsables de este taller restaurado, con la sorpresa final de imprimir una página del Quijote.
Y para finalizar este tour cervantino que mejor lugar que la Casa Alberto en el 18 de la calle Huertas, una taberna del siglo XIX edificada en el mismo lugar donde Miguel de Cervantes vivió y donde escribió la segunda parte de su afamado Quijote. Un sitio ideal para tomar un descanso y degustar algún plato típico de la cocina madrileña en un ambiente literario propio del barrio donde estamos.
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